Por Mario Almirón
Secretario General de SADOP
Secretario General de SADOP
Este impuesto, bien aplicado, es progresivo en un sistema
doble. Por un lado, debería afectar únicamente a los trabajadores de
más altos ingresos y por el otro, debido a que la tasa del impuesto se
eleva a medida que las remuneraciones son mayores, aquellos asalariados
registrados de ingresos superiores deberían contribuir más que los de
menores salarios.
El impuesto a los “altos ingresos” contribuye a una mayor igualdad
social dentro del colectivo de asalariados formales al mismo tiempo que
permite financiar al Estado para aplicar políticas redistributivas.
En el marco de un proyecto nacional, tenemos la responsabilidad de
abogar por la igualdad y la justicia social. Debemos promover la
solidaridad con los sectores más vulnerables que en la actualidad son
los trabajadores informales (el 33 por ciento de los asalariados) y los
desocupados (7% de la población económicamente activa). Continúa........
La ausencia de la actualización del MNI
de la cuarta categoría del Impuesto a los ingresos, de las deducciones y
escalas que se usan para la tributación, provoca que cada vez más
trabajadores paguen el impuesto. Actualmente afecta al 19 por ciento,
aunque en el 2007 sólo alcanzaba al 8,65%.
A pesar crecimiento importante del Mínimo No Imponible,
cuando se lo compara con la inflación, se evidencia un fuerte retraso.
El MNI se actualizó en menor medida que el índice de precios al
consumidor, ya que los precios subieron, entre el 2007 y 2012, un 273% y
el mínimo creció apenas 174%.
Por estos motivos, el piso para los trabajadores solteros
sin hijos debe llegar a los 9.314 pesos, pero en la actualidad tributan
aquellos que ganan más 5.782 pesos. En tanto, el MNI para trabajadores
casados con dos hijos debería alcanzar los $12.494, y no los 7.998 pesos
que pagan en la actualidad.
Como consecuencia de la falta de actualización del impuesto hubo una
pérdida del poder adquisitivo de los asalariados, ya que los recientes
aumentos salariales provocaron que franjas de trabajadores con sueldos
medios empiecen a tributar. Además, aquellos que ya contribuían
impositivamente padecieron una carga mayor. Para evitar una reducción de
los ingresos se debe establecer un criterio que actualice de forma
periódica el MNI.
Los trabajadores debemos impulsar la modificación del sistema
tributario actual, que es regresivo y expresa al modelo neoliberal de
los ’90, porque se apoya en la recaudación a través del “consumo”
utilizando el Impuesto al Valor Agregado (IVA), con una de las alícuotas
más elevadas del mundo. También exenta del pago de impuestos a las
transacciones y a la renta financiera.
Sería lógico que el proyecto nacional y popular establezca una
estructura tributaria donde se ejerza mayor presión en algunos grupos
rentables y menos en los sectores populares.
Para SADOP la reforma tributaria es la cuestión de fondo. Algunas
propuestas concretas para la modificación del sistema vigente podrían
ser la devolución del IVA de los bienes de la canasta básica para
sectores populares, la modificación del Impuesto a las Ganancias para
gravar la renta financiera, actualizar el MNI de la cuarta categoría,
establecer un impuesto a la transacción gratuita de bienes (herencia) e
incrementar la alícuota para la captación de la renta minera, entre
otras.
Si la apuesta es incentivar el consumo de los trabajadores
sosteniendo el empleo y la redistribución del ingreso, no hay mejor
momento que el actual para responder a la escalada mundial conservadora
que apunta a transferir ingresos del trabajo al capital. Tenemos que
mejorar la distribución del ingreso a través de los tributos, y para
ello, es fundamental consolidar un sistema tributario progresivo.
El anteproyecto de Ley de Impuestos a los Ingresos es el
aporte de SADOP al debate que se debe dar sobre el tema en el Congreso
de la Nación (ver adjunto).
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