Uno de los cambios trascendentales de la norma es que ahora se obliga a todas las escuelas a retener a los alumnos que repiten, y no a expulsarlos, como históricamente ha ocurrido.
Pero también, amplió el número de inasistencias permitidas, que pasan de un tope máximo de 15 a 28, aunque con un control más estricto en la asistencia a clase, tarea que quedará bajo la responsabilidad de los preceptores.
La asistencia, establece la disposición, se computará de dos maneras: al inicio del horario escolar, y por espacio curricular, lo que significa que al comienzo de cada asignatura, y cuando ingrese un nuevo profesor, se tomará asistencia.
Para evitar las fugas o las ausencias a mitad de la jornada escolar, la asistencia ahora se computará por “día completo”, esto es la jornada habitual, más las actividades a contraturno, como Educación Física.
De modo pues que cuando la concurrencia obligue a un solo turno, será 1 inasistencia. Cuando obligue a turno y contraturno, media inasistencia por turno. Si el alumno ingresa con un retraso “mayor de 15 minutos”, será ¼ de falta; si es entre 15 minutos y 1 hora, ½ falta; si es mayor a 1 hora, ¾ inasistencia.
Equivocación
Ahí, precisamente, está el error de la disposición. La resolución dice cuando el chico llegue a clase con un retraso “mayor de 15 minutos tendrá una cuarta falta. Lo cual es un contrasentido: mayor a 15 minutos es media hora; también una hora; o, por caso, dos horas.
Una semana después de haberse publicado la resolución, el CGE advirtió el error, y debió corregirla, a través de otra resolución, Nº 1.929, del 7 del actual, que salva el tropiezo.
Dice que se advierte “un involuntario error de texto”, y que en vez de “retraso mayor de 15 minutos”, debe decir “retraso de hasta 15 minutos”; y que “ello debe ser debidamente rectificado, atento a la importancia de la regla que el texto conferido consagra”.
Resuelto el entuerto, ahora la reglamentación sobre el ingreso a la escuela secundaria quedará así: cuando el chico llegue hasta con 15 minutos tarde, tendrá ¼ falta; cuando llegue con un retraso de 15 minutos y hasta 1 hora, ½ falta; y si es mayor a 1 hora –evita explicitar el tope máximo de espera—le corresponderá ¾ de falta.
La norma, que en el resto de su texto queda sin alteraciones, fija por otro lado que cuando el estudiante deba retirarse antes de la finalización del horario de clases, tendrá ½ inasistencia, aunque para que ello ocurra deberá concurrir personalmente a retirarlo un adulto responsable, quedando constancia por escrito de la situación. (El Diario)
Fuente: Elonce.com
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